Sandro y Nicole: Encuentro mágico.

DETALLES
Dónde — Bogotá
Servicio — Organización total

 

Ternura, Elegancia y Naturaleza. 🇨🇴🇨🇭

La historia de Sandro y Nicole se cuenta entre los cerros de la cordillera oriental y los Alpes suizos. Comienza con Nicole dejando atrás su tierra de nacimiento para vivir la experiencia del intercambio.

Además de encontrarse con esa gente puntual y eficiente, la arquitectura pintoresca y los paisajes maravillosos del país, se encontró con el amor de su vida: Sandro, un compañero de la universidad cuyos ojos delataban la calidad de un ser humano increíble.

Matterhorn fue el testigo de uno de los momentos cruciales de esta historia. La montaña situada entre Italia y Suiza, el icónico pico que ha inspirado los retos de tantos deportistas, se convirtió en el escenario en que Sandro se haría cargo de alcanzar uno de sus logros más importantes: Nicole le dijo que sí. Una escena tan mágica siempre terminará siendo un reto superarla para una wedding planner, y mi alegría es saber que al final de su boda, ellos tenían una sonrisa de satisfacción en su rostro.

La boda la hicimos en un ambiente rodeado de preciosos cerros. Se trató de la Hacienda La Victoria: sus extensos jardines y la experiencia de la inmensa sabana de Bogotá fueron el ambiente ideal para construir un día inolvidable.

La boda destino fue un éxito absoluto. Nicole y Sandro, y sus familiares (los que venían de Europa y los nacionales), todos estaban felices con el hermoso paisaje natural que nos rodeaba, la elección fue precisa, lo sé porque la alegría se notaba en sus ojos.

Nunca voy a olvidar la mirada de esta pareja; los ojos de él cargados de esa ternura masculina que se impresiona y que parece querer proteger, los de ella que mostraban la más absoluta serenidad en un día tan lleno de emociones, el corazón de una mujer que sabe que tomó la decisión correcta.

Si ese 20 de julio quedó grabado en mi memoria, con seguridad también fue así en la de los novios y en la de cada invitado que, sumado a vivir (la mayoría) una experiencia intercultural, se encontraron con una boda que rezumaba elegancia y un estilo único.

Bastaron 10 minutos. Eso fue todo lo necesario para que Sandro y Nicole me conquistaran, pero también para que ellos me dieran el sí, y junto con eso, la posibilidad de aportar a esa historia mágica que empezó al cobijo del Matterhorn, una boda llena de la belleza natural de Cundinamarca, campestre, elegante y llena de amor de familia.

Recordar este día es recordar que cada boda es única, que cada una tiene su belleza particular, como la historia de amor de cada pareja; eso es lo que recordaré de esta historia de amor.

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